martes, 4 de diciembre de 2012

"La guerra es el estado normal de la Repùblica".

Con muchos y muchas de ustedes hemos compartido esta lectura que describe al Uruguay en sus primeros años de vida, aquì la compartimos por si quieren repasarla. "Josè Pedro Varela escribiò en 1876 "(...) en medio siglo de vida independiente que lleva la Repùblica, no ha gozado tal vez de dops lustros de paz, ¡y que paz!, llena de recelos, agitada, enferma, y lo que es màs, no continuada sino por cortos intervalos de algunos meses, o de uno o dos años". Luego hizo el recuento de lo creyò eran todas las revoluciones desde 1830 en adelante- olvidò algunas, por ejemplo la de 1834 contra el gobierno de Fructuoso Rivera- y concluyò: "asì pues, en 45 años, 18 revoluciones! Bien puede decirse sin exageraciòn que la guerra es el estado normal en la Repùblica". La Constituciòn de 1830 establecìa la permanencia del Presidfente de la Repùblica en su cargo por cuatro años. Si consideramos las 17 cabezas del Poder Ejecutivo desde 1830 a 1876 la duraciòn promedio de esos titulares apenas alxanza a 2 años y 8 meses. De estas 17 cacezas, el cien por ciento soportò levantamientos armados y el 35% fue derribada por motines montevideanos o revueltas rurales, tales los casos de los Presidentes Manuiel Oribe en 1838, Juan Francisco Girò en 1853, Venancio Flores en 1855, Anatasio Aguirre en 1865, Josè E Ellauri en 1873 y Pedro Varela en marzo de 1876. En muchas de esas guerras civiles hubo derramamiento de sangre fuera de los "naturales" en tal estado. En febrero de 1858, bajo el gobierno de Gabriel Pereira se fusilò a los rebeldes luego de derrotafdos, a los generales Cesar Dìaz y Manuel Freire, los coroneles Francisco Tajes y Eulalio Martìnes, tres sargentos mayores, varios oficiales subalternos y soldados. En verdad, se habìa ordenado fusilar a los jefes y "quintar" de teniente coronel hasta alfèrez. En enero de 1865, los colorados tomaron su revancha- o eso al menos sostuvieron- por orden de gregorio Suàrez y Francisco Belèn, fusilaron a los defensores de Paysandù: Leandro Gòmez y otros oficiales blancos. Gregorio Suàrez se justificò ante el almirante brasileño Tamandarè y su jefe Venancio Flores, aduciendo que los blancos habian entrado en su estancia y aplicado castigos corporales a su familia y, despuès de atar con maneadores a su madre, la habian prendido fuego. En febrero de 1868, en medio de la epidemia de còlera, fueron asesinados los dos jefes de los dos bandos tradicionales- Venancio Flores y Bernardo Berro- y una ola de venganza se abatiò sobre cientos de blancos acusados en un primer momento de la muerte del caudillo colorado. En diciembre de 1870, las tropas coloradas del general Gregorio Suàrez ganaron sobre las del blanco Timoteo Aparicio la batalla del Sauce. No hubo prisioneros. Parece que el vencedor habìa ordenado lancear y degollar a los heridos del enemigo que no pudieron ser recogidos, haciendo pasar la caballada sobre ellos. De ahì el apodo de "Goyo sangre" que le dio a Gregorio Suàrez su ex-secretario, el joven colorado liberal Carlos Marìa Ramirez.(...) En la revolucion riverista de abril de 1846, en Montevideo, los soldados negros y vascos "regaron de sangre las calles", mataron al coronel Estivao y cortaron su cabeza llevàndola en una pica como trofeo. Un anciano recordò en 1897 que cuando niño vio en exhibicion en un cafè montevideano durante la Guerra Grande: "... una cabeza de cera de uno de los legionarios que habia sido degollado por los enemigos (...) la tenìan en un cajòn con cristales y con una cortina que la tapaba, que impresionaba al cerla, pues estaban verdaderamente impresas las señales de sufrimiento y de dolor en aquel rostro de cera". ¿Y cuantos cadaveres de enemigos no fueron escupidos, mutilados e insultados por multitudes enardecidas o jefes desbocados?.

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